PEQUEÑOS PLACERES Y MINDFULNESS

Muchas de las personas que acuden a nuestras sesiones grupales coinciden en un asunto: “Quiero volver a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida”. Lo que no saben es que esos pequeños placeres, en realidad no han desaparecido, sino que se encuentran ocultos. Las emociones negativas de tristeza o ansiedad, así como estar insertos en pensamientos acerca del pasado o del futuro hacen que no seamos conscientes de ellos.

La realidad es que para poder disfrutar de una situación no tiene porqué ser extraordinaria. Podemos disfrutar de cosas que incluso jamás habríamos pensado que podríamos disfrutar de ellas simplemente prestando atención. Una participante comentó en una de nuestras sesiones que había conseguido disfrutar de un trayecto en autobús. ¿Qué había cambiado en ella? Simplemente, en lugar de ir mirando su teléfono móvil o pensando en lo que iba a hacer ese día, decidió deshacerse del piloto automático y entrar en modo “ser”, prestando atención a todo lo que acontecía en ese trayecto de tan sólo 20 minutos: los sonidos, los olores, el movimiento del vehículo, el paisaje, su interior… Y cada vez que sentía que su mente se dispersaba, sin juzgarse, volvía a reorientar su atención al momento presente, al AQUÍ y AHORA.

¿Qué conclusión podemos sacar de todo esto? Que disfrutar de las pequeñas cosas tiene que ver con estar presentes. Aunque nos encontremos en una situación idílica, y por facilitaros la comprensión os voy a pedir que os imaginéis que estáis en una playa del Caribe en una hamaca comodísima y con la temperatura ideal para estar a gusto, si te asaltan pensamientos acerca de lamentaciones del pasado o preocupaciones del futuro… ¿Crees que estarías disfrutando de esa situación? Si la mente nos puede jugar malas pasadas en la Riviera Maya ¿Cómo no nos las va a jugar en el día a día? Que la mente se disperse y vague de pensamiento en pensamiento sucede aquí y en la China.

Ahora imaginaros la misma situación, estáis en la playa del Caribe y os asaltan pensamientos negativos… que aparezcan esos pensamientos no lo podrás evitar, pero con la práctica del Mindfulness aprenderás que los puedes “soltar”, dejarlos ir, sin evitarlos, desde la aceptación para volver a centrarte en ese momento, en el aire de la brisa que roza suavemente tu cara, en tu posición corporal relajada, en las maravillosas vistas que se presentan frente a ti, de esta manera disfrutarás de la situación momento a momento.

Esto mismo lo podemos practicar con esas pequeñas cosas: una taza de chocolate caliente o cualquier alimento que nos guste, centrándonos en los sabores y olores que nos despierta; una ducha o baño relajante centrándonos en las sensaciones corporales y los olores producidos por los jabones y el agua al caer… y con muchos otros pequeños placeres como es una conversación interesante, un paseo al atardecer, una canción o simplemente ver como un ser querido se ríe.

Conecta con esa presencia, conecta con tu exterior y también con tu interior, sé una persona mindful y comienza a disfrutar de los pequeños placeres.

Si quieres comenzar ya, desde INLEpsicología ofrecemos diferentes programas grupales. El siguiente que celebraremos será el 22 y 23 de Abril. Para más información podéis consultar nuestra web www.inlepsicología.es o mandarnos un correo electrónico a grupos@inlepsicologia.es.