La práctica informal del Mindulness
Cuando oímos la palabra Mindfulness lo más probable es que lo primero que nos venga a la cabeza sean las meditaciones formales sentados en el suelo con los ojos cerrados y centrándonos en nuestra respiración. Este tipo de meditación junto con la exploración corporal y los estiramientos con atención plena, constituye la parte del mindfulness a la que denominamos “formal”. Sin embargo, existe otro tipo de práctica denominada “informal” tan importante como la formal.
¿Por qué es importante la práctica informal en Mindfulness?
Cuando practicamos Mindfulness utilizamos distintos tipos de entrenamiento para poder responder mejor en la vida diaria a los acontecimientos que se nos presentan, pretendemos deshacernos del piloto automático y vivir cada momento como único, conectando con cada experiencia sin que los pensamientos que tengamos nos alejen del momento presente. Pues bien, la practica informal nos permite acercar la meditación formal a cada momento de la vida, lo que nos facilita disfrutar más de cada momento y poder encontrar lo extraordinario en lo ordinario, dejando de esperar grandes momentos para poder disfrutar plenamente.
El fin último de esta disciplina es cambiar la forma de ver la vida y para ello empleamos algunas prácticas informales que a continuación te mostramos:
1. Liberador de hábitos: Solemos ser fieles a nuestros hábitos de vida. Tendemos a sentarnos en los mismos sitios, a recorrer el mismo camino para ir a un lugar, o a realizar la misma rutina todas las mañanas. Es cierto que nos sentimos muy seguros con estos hábitos pero llegamos a realizarlos con el piloto automático puesto. No hay nada de malo en tener hábitos pero te animamos a que pruebes a liberarte de algún hábito durante esta semana y veas como cambia tu perspectiva, fíjate por ejemplo, si cambias de lugar en el trabajo qué hay de diferente: temperatura, colores, personas, objetos, sensaciones...
2. Rutinas conscientes: Lavarse los dientes, ducharse, conducir, poner la mesa… son todo rutinas que desarrollamos de forma inconsciente y que en ocasiones no nos damos cuenta ni de que las estamos haciendo ya que nuestra cabeza está demasiado acostumbrada a ellas y prefiere dedicar el tiempo a pensar acerca de cosas acerca del pasado o del futuro en lugar de estar AQUÍ y AHORA. Elige cualquiera de estas rutinas y proponte cada semana realizar con atención plena una diferente, con los cinco sentidos puestos en ella. Esta práctica también te ayudará a deshacerte del piloto automático, a encontrar sensaciones olvidadas, olores, percepciones... y sobretodo a aprender a estar PRESENTES.
3. Comidas conscientes: Aunque formarían parte de las rutinas creemos que merecen un apartado especial. La comida es de las rutinas más importantes que realizamos todos los días varias veces. Desarrollar presencia en este momento del día nos ayuda a tomar elecciones más saludables acerca de qué comer y también a saber diferenciar mis estados emocionales para saber cuando realmente como porque tengo hambre o cuando lo hago simplemente por aburrimiento, ansiedad o tristeza. Comienza esta práctica por alimentos pequeños como una pieza de fruta o un trozo de chocolate y poco a poco a medida que te vayas familiarizando con este ejercicio puedes ir aumentando la cantidad de alimentos.
4. Dar un paseo consciente. Pasear por pasear, pero liberándome de pensamientos que me alejen del momento del paseo. 15 minutos bastan. Pasear tomando conciencia de las sensaciones de mi cuerpo al caminar, los olores, colores, sonidos… Quizás descubras cosas que antes pasaban desapercibidas para ti.
5. Conversaciones conscientes. ¿Cuántas veces mientras te hablaban has descubierto que realmente no estabas presente? Proponte realizar conversaciones conscientes, realmente escuchando a tu interlocutor y sin tratar de emitir juicios o consejos acerca de lo que te cuenta.
Estos son algunos tips que te ayudarán a realizar la práctica informal de Mindfulness ¡Puedes ponerte ya mismo a ponerlos en práctica!
